La leyenda del rebaño

Aquí cuento una historia difícil de creer, pero es cierta. Un genocidio en masa a la inteligencia de tal magnitud que desborda el Universo.
Y es la historia del rebaño, leyenda para incrédulos, historia para despiertos.

Era una época presente de nuestra era, en el año 2011, y anteriores y posteriores. Los niños nacen como todos y viven creciendo, pero pudriéndose como ovejas.
 A las 8:45 de nuestra era, se abren las puertas del matadero silencioso. La industria abre sus puertas y en ella entran como zombies sangrantes y cansados decenas de rebaños mal esquilados. Cada rebaño se junta. Cada grupo se conglomera.Formado por veinte o treinta ovejas entran cada uno a un habítaculo con filas predispuestas, cabezas hacia delante y gobernador perruno al frente. El sabueso manda callar y muerde. Las ovejas berrean, y el sabueso las muerde, de tal forma que las ovejas se callan. El sabueso las adoctrina, siguiendo las pautasy el ritmo de la fábrica. Les inyecta información hasta engordarlas. Las ovejan pastan conocimiento en la pradera. Se oyen después gritos de sirenas, comparables silbidos de pastores campechanos, por lo que las ovejas cambian de vereda y se mueven, berrean, y pastan más información, engordan como bultos de nieve y ensachan las orejan sin escuchar nada. Así sucede el adiestramiento y atontamiento de los seres. Las ovejas berrean y el sabueso ladra y amonesta.

Después cada oveja vomita lo suyo y vuelve a pastar información, ya no en la industria sino en su establo en su tiempo libre o semilibre. Lo vomitan todo al irse a dormir, aburridas, y ansían un momento de relax

No hay creatividad porque les imponen todo. A otodos los rebaños las conducen al matadero que es la PAEG. Y de ahí las llevan a jaulas dispuestas a trabajar creyendo estar ellas libres, estando en cambio drogadas y encerradas.

Así es esta educación. Si te impones a ella, eres tú y no haces lo que te mandan te hacen sentir mal y te amenazan. Al contrario, si dejas que el conocimiento te consuma, eres libre o al menos lo sientes.
Pero habrá un momento en donde las ovejas reinantes se vayan como leones a la selva, y los ángeles se unan a ellas, y las demás despierten para alzarse de suma victoria recordando lo absurdo del rebaño educacional.